VILLA EN ALTEA
Un lugar donde la naturaleza se une con la arquitectura
Ubicada entre las montañas y el mar, esta casa en Altea ofrece una conexión fluida con la naturaleza. Su diseño enmarca el horizonte, capturando los colores cambiantes del cielo y del mar. La brisa introduce el aroma de los pinos y las plantas autóctonas al interior de la casa, sumergiendo los sentidos en el paisaje mediterráneo.
La casa está diseñada en respuesta al clima templado de la región, permitiendo una estructura abierta y ligera. Las paredes de vidrio disuelven los límites, mientras que los extensos aleros proporcionan sombra, equilibrando la apertura con la protección solar. Cada elemento está pensado para aportar comodidad y bienestar a la vida diaria.
En el corazón de la casa, una gran entrada da la bienvenida con una imponente puerta que se abre a un espacio de doble altura, donde una escultural escalera en espiral se convierte en el punto focal. Este núcleo central conecta dos áreas en la planta baja: el espacio de estar abierto, que incluye una amplia cocina, salón y terraza junto a la piscina, y la zona privada, donde dos dormitorios y una suite principal cuentan cada uno con su propio baño.
Un volumen cuidadosamente integrado cruza la casa, desde el garaje, continuando a través de un patio interior, donde la vegetación y el cielo se enmarcan a través de la ventana de la cocina. Este volumen se extiende por la zona de estar principal hasta culminar en la piscina.
En la planta superior, un pabellón inundado de luz ofrece vistas panorámicas de 360 grados al paisaje. Diseñado como un atelier y un espacio de contemplación, es un lugar para detenerse, reflexionar y crear—flotando sobre el paisaje y, al mismo tiempo, en plena conexión con él.
Más que una casa, esta villa es una experiencia de conexión con la naturaleza y el estilo de vida mediterráneo en su máxima expresión.












